¿Comer insectos para frenar el hambre?
Muchos de nosotros hemos podido disfrutar de lo que se siente al comer insectos fritos en viajes a culturas “exóticas” o en los reducidos establecimientos hosteleros de nuestro país que ofrecen este alimento como “curiosidad”; pero ¿Cuántos de nosotros hemos seguido con esta práctica? ¿Cuántos cazamos las moscas que se meten en casa y las servimos con un arroz? Si es tu caso, ¡enhorabuena!
Tras el estudio lanzado por la ONU en el animan a comer insectos, el tema no deja de aparecer en blogs gastronómicos, asique nosotros no podíamos ser menos.
Desde la FAO exponen su preocupación ante el aumento de población, y la capacidad para poder alimentar adecuadamente a los más de 9.000.000 de habitantes que seremos en 2030. Una de las principales razones que señalan en este estudio para presentar estos animales como alimento.
Otra de las razones que defienden para promover el consumo de insectos son sus propiedades nutricionales, con un elevado nivel de proteínas, vitaminas y minerales.
Por otro lado, teniendo en cuenta la actual crisis económica mundial puede resultar una atractiva idea, ya que son unos recursos de fácil acceso.
En palabras textuales de la FAO: “En los países en desarrollo, los miembros más pobres de la sociedad pueden participar en la recolección, el cultivo, el procesamiento y la venta de insectos. Estas actividades pueden mejorar directamente sus propias dietas y proporcionar ingresos en efectivo a través de la venta de los excedentes de producción”.
Si tomamos estas directrices al pie de la letra, podemos prever un futuro en el que el puesto de insectos en el mercado se situará al lado del de frutos secos y la pescadería, o con un “Top Manta” para aquellos comerciantes que no puedan permitirse el pagar el precio de un puesto (recordemos que lo recomiendan para los miembros más pobres…).
El autoconsumo ha estado siempre presente en la cultura, y últimamente ha recobrado fuerza, y cada vez más frecuente cultivar tus plantas y hortalizas sin necesidad de tener un jardín. Si la moda DIY (Do It Yourself / Hazlo tu mismo) continúa con este éxito, en breve no será extraño contar en casa con un acuario o terrario destinado a la cría de insectos como modo de alimentación y los posts como “qué necesitan tus lombrices para crecer felices” aflorarán por la red.
En España, sabemos bien que si hay hambre, se come lo que sea. (Durante la Guerra Civil era muy común el comer ratas, animales que hoy en día ya no se consumen, entre otros motivos porque son muy peligrosas al ser portadoras de numerosas enfermedades infecciosas y parasitarias.) Por lo que el tema remilgos o asco (llámalo como quieras) no vale como excusa. Hemos hecho un pequeño sondeo en la oficina, y casi todos estamos de acuerdo en que “peores cosas te habrás llevado a la boca” (pero ahora no vamos a entrar a juzgar ningún tipo de alimentación o supuestos alimentos que no son lo que dicen).
¿Te animas a criar insectos para consumirlos? ¿Nos animaremos a criarlos entre los de la oficina para calmar “la gusa de mediodía”? ¿Cómo denominaremos al señor/a que venda hormigas fritas en puesto similar al de La Castañera? ¿Sustituirán los insectos a las pipas en los estadios de fútbol? Sólo el tiempo lo dirá; pero ahora mismo estamos en ascuas. Si tu también te haces preguntas cuéntanoslas; igual entre todos encontramos respuestas.